10 pasos para armar una calumnia


Consejos no aconsejables

10 pasos para armar una calumnia

Leonardo Gutiérrez Berdejo

Paso 1. El paso previo de toda buena calumnia es crearse un enemigo. Sin un buen enemigo no hay calumnia ni envidia posible. Imagine, por ejemplo, que hay alguien que es mejor que usted o que le está haciendo sombra (esto no tiene que ser necesariamente cierto)

Paso 2. Ponga su mente en blanco y elimine o ennegrezca su conciencia cualquier acto de amistad o bondadoso. Enfóquese o centre bien todas sus energías en su envidia. ¡Anímela!

Paso 3. Alimente durante días o semanas su propósito. Fíjese en un “algo” que la persona o el enemigo seleccionado haya hecho o tenga, y de lo que usted carezca. No olvide que sin enemigo no hay calumnia, pero sin envidia, no habría motivo.

Paso 4. Practique hasta el cansancio hablar en dos tonos: uno, bien bajito, como sin intención alguna o como si no quisiera que le escucharan, y, otro, bien alto, con el claro propósito de que todos a su alrededor le oigan. El tono bajito le ayudara a comenzar la calumnia.

Paso 5. Prepare el camino inventando o repitiendo mentiras y actuando con alguna intención premeditada. Recuerde que la envidia es el paso previo y el sustento moral de una buena calumnia, pero la mentira y el dolo son sus mejores aliados y le dan la fortaleza necesaria para perdurar y extenderse. Nota: Es posible armar una calumnia sin la envidia, pero carecería de la fuerza necesaria para subsistir. No tendría arraigo.

Paso 6. Arme una historia a su alrededor. Por ejemplo, que pertenece a un partido político, a una cofradía o a un apostolado. También de que es un perseguido de lo que sea. De no poder conformar este grupo, intégrese a una congregación religiosa, a una asociación de ex(s) o, al menos, a un grupo en el que esté arraigado o en el que sea fácil inculcar el sentimiento de culpa o de persecución. Mejor sería el de persecución que el de culpa. Este último desvía los buenos propósitos que se quieren alcanzar con la calumnia.

Paso 7. Acostúmbrese a escuchar y a repetir –sin cuestionar- los chismes que a diario se repiten en las reuniones semanales de su partido político, en la cofradía o en la congregación a la que pertenece. Se recomienda hacer preguntas, pero siempre en tono bajo.

Paso 8. A estas alturas usted ya ha tenido que apropiarse de un sentimiento que haya calado fácilmente en algún grupo o entre la multitud. Por ejemplo; un sentimiento religioso, patrio, caritativo, devoto, deportivo, cabalístico, profesional, de defensa de los animales o de amor por la tierra. También puede ser de admiración de algún héroe lejano u olvidado.  Nota: Procure acercarse a toda persona lenguaraz, maldiciente o difamador. Serán sus mejores aliados para sus chistes, burlas y mentiras previas. La idea es llamar la atención y crear un ambiente favorable y animado a su alrededor.

Paso 9. Haga ejercicios diarios de comportarse como una “persona adolorida” o perseguida o como si estuviera enfermo o cuidándose de algo o alguien. Mejor sería si se las tira de enfermo. Esto le ayudará crear una atmósfera sana a su alrededor para comenzar a rodar la calumnia. Si desea lograr una mayor efectividad, conjúguela con el paso 6.

Paso 10.  ¡Lance al aire su calumnia! No fallará. No se arrepienta de nada, lo que importa es su ego, su propósito.