Para motivar la lectura de obras extraordinarias
Cien años de soledad
“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos”, son dos frases que desatan, con la inmensa fuerza de la escritura creativa, toda suerte de emociones y sentimientos al conjugar recuerdos, tiempos, espacios, personajes, creencias, mitos, leyendas, historias.