Frank Budgen, un pintor inglés amigo del gran novelista James Joyce, relata haberse encontrado con el escritor y haberle preguntado por cómo avanzaba su libro (Ulises):
—He estado trabajando duro durante todo día—respondió Joyce.
—¿Significa esto que has escrito mucho? —pregunté.
—Dos frases —respondió.
Esto me hizo gracia, pero al darme cuenta de que no sonreía, me acordé de Flaubert.
—¿Has estado buscando “le mot juste”*?
—No —me dijo— las palabras ya las tengo. Lo que estoy buscando es el orden correcto de las palabras dentro de la frase.
Tal vez este empeño obsesivo por la perfección sea un privilegio de otros tiempos, pero no está de más recordarlo para comprender que, detrás de las maravillas de la literatura, hay siempre un esfuerzo titánico.
*”Le mot juste” es una expresión francesa que significa “la palabra exacta”. Gustave Flaubert popularizó la expresión. Según él, cada palabra del texto debía elegirse con sumo cuidado para asegurar que fuera justo la necesaria.