Recordando a Herbert Marcuse

7 célebres frases de Marcuse

Este artículo ha sido verificado y aprobado por Sergio De Dios González el 8 marzo, 2019Edith Sánchez

Las frases de Marcuse son directas y críticas. Nos permiten reconocer los enormes límites de libertad, dentro de los que nos desenvolvemos. Alertan sobre la complacencia con las condiciones de injusticia, alienación y falta de autonomía.

Este artículo ha sido verificado y aprobado por Sergio De Dios González el 8 marzo, 2019Edith Sánchez

Son muchas las frases de Marcuse que han trascendido en el tiempo. Este filósofo de origen alemán tuvo “una gran obsesión” que se refleja en la mayoría de sus afirmaciones: la libertad. Ese era el valor que lo trasnochaba y lo conducía a interesantes reflexiones.

Herbert Marcuse fue perseguido por el régimen nazi y tal vez por eso mismo aprendió a reconocer la importancia fundamental de ser libre. Como a otros contemporáneos suyos, a él también le impresionó el grado de alienación al que llegó la sociedad alemana con el fenómeno Hitler.

Las frases de Marcuse también incorporan una crítica radical a la sociedad capitalista. Encontró que más allá de ser un sistema económico, era también un sistema ideológico que terminaba cautivando incluso a quienes explotaba. Sin más preámbulos, estas son siete de sus afirmaciones más célebres.

La libre elección de amos no suprime ni a los amos ni a los esclavos. Escoger libremente entre una amplia variedad de bienes y servicios no significa libertad si estos bienes y servicios sostienen controles sociales sobre una vida de esfuerzo y de temor, esto es, si sostienen la alienación”.

-Herbert Marcuse-

1. La libertad intelectual

… “la libertad intelectual significaría la restauración del pensamiento individual absorbido ahora por la comunicación y adoctrinamiento de masas, la abolición de la opinión pública junto a sus creadores”.

Esta es una de esas frases de Marcuse que no tiene mucho sentido para un gran número de personas en la actualidad. Él habla de libertad intelectual, pero en el mundo contemporáneo son más los que prefieren plegarse a las mayorías.

Desafortunadamente, en el ser humano de hoy existe más afán por sumarse a la gran masa, que por reafirmar su individualidad. Apartarse del rebaño asusta e incomoda. Por eso la libertad intelectual no es un bien tan apreciado.

Chico pensando mirando por la ventana

2. El romanticismo y la difamación

‘Romántico’ es un término de difamación condescendiente que se aplica fácilmente a las posiciones de vanguardia”.

Esta es una de esas bellas frases de Marcuse que nos hablan de algo que se repite sin cesar en el mundo: la descalificación de quienes sueñan con un cambio. A ellos se les da el calificativo de “románticos”, con el propósito de ridiculizarlos de algún modo.

Por eso Marcuse habla de esa palabra como una suerte de difamación. Dice que es condescendiente, porque se trata de una sutileza. A la vez, señala que quienes son catalogados así, de una u otra forma representan una forma de liderazgo.

3. Una de las frases de Marcuse sobre el aprendizaje

El entretenimiento y el aprendizaje no se oponen; el entretenimiento puede ser el modo más efectivo de aprender”.

No le falta razón al filósofo. Y eso que él proviene de un campo que muchos consideran denso y difícil. Sin embargo, no dejó de pensar que solo aquello que captura nuestra atención, genera aprendizaje.

En este caso la palabra entretenimiento alude a aquello que nos causa diversión y placer. Se equivocan los que piensan que el aprendizaje es una función básicamente intelectual. En la raíz de este hay fuertes componentes afectivos que lo determinan.

4. El ser humano como instrumento

Esta es la forma pura de servidumbre: existir como instrumento, como cosa”.

El tema de la libertad, la esclavitud y la servidumbre es recurrente en las frases de Marcuse. En este caso habla de esas realidades en las cuales un ser humano deja de ser un fin en sí mismo para convertirse en el medio para algo.

Toda forma de instrumentalización o utilización de una persona la reduce a un nivel de servidumbre. No importa si esto ocurre en el mundo laboral, en la familia o en la pareja. Ningún ser humano debe servir como medio para que otro alcance sus objetivos.

5. La esclavitud actual

Los esclavos de la sociedad industrial desarrollada son esclavos sublimados, pero son esclavos”.

Esta es otra de esas frases de Marcuse que quizás no tenga sentido para muchas personas en la actualidad. Cuando el filósofo habla de esclavitud se refiere a cualquier tipo de relación en la que un ser humano convierte en objeto de provecho a otro.

En este caso se alude a la sociedad industrial. Lo que señala Marcuse se ve especialmente reflejado en las capas medias, con ingresos algo más elevados del promedio. Piensan que la relativa libertad de consumo que tienen es verdadera libertad, cuando no es más que otro signo de su esclavitud.

6. Las cosas son dueñas de las personas

Los productos adoctrinan y manipulan; promueven una falsa consciencia inmune a su falsedad”.

En este caso Marcuse se refiere al poder que los objetos de consumo adquieren sobre nosotros. En el mundo actual, quizás el caso más emblemático sea el de los juguetes infantiles. Se puede decir que estos juegan con el niño, en lugar de lo contrario.

Los adultos también tienen sus propios “juguetes”. Es el caso del teléfono móvil, que en muchísimos casos lleva a un juego absurdo y compulsivo, que captura la mente y la mantiene errática. De esta forma, adoctrina y manipula.

Personas con móviles en las manos

7. El concepto de alienación

Acabo de sugerir que el concepto de alienación parece hacerse cuestionable cuando los individuos se identifican con la existencia que les es impuesta y en la cual encuentran su propio desarrollo y satisfacción”.

Esta es, sin duda alguna, una de las más interesantes frases de Marcuse. En ella denuncia el estado de alienación presente en la sociedad contemporánea. Lo más grave de la misma es que es consentida. Muchos se identifican con ella y procuran vivir de acuerdo con la lógica de la misma.

Como también lo señalaba Foucault, a las personas ya no hay que presionarlas para que se plieguen a las órdenes del sistema. Lo hacen con gusto. De hecho, les aterra estar fuera de ese sistema. Ese ha sido uno de los mayores triunfos de sus amos.

Marcuse es uno de esos filósofos con vocación universal y que está llamado a perdurar en el tiempo. Su aporte nutrió grandes movimientos sociales y sigue siendo un faro que ilumina el camino de aquello que tanto le obsesionaba: la libertad.

5 fantásticas frases de Gianni Rodari

5 fantásticas frases de Gianni Rodari

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Casi todas las frases de Gianni Rodari están dirigidas a los niños o hablan de ellos. Este escritor, pedagogo y periodista italiano fue un apasionado de los fenómenos de la imaginación. Encontró que los niños eran una veta inagotable de fantasía y de verdad. Por eso dedicó gran parte de su obra a ellos.

Como muchos otros de sus contemporáneos, vivió los rigores de la Segunda Guerra Mundial. Perdió a uno de sus hermanos y a entrañables amigos por ese conflicto. Y además, tuvo una actividad notable como periodista en aquellos años.

Creo que los cuentos de hadas, los viejos y los nuevos, pueden ayudar a educar la mente. El cuento de hadas es el lugar de todas las hipótesis”.

-Gianni Rodari-

Las frases de Gianni Rodari reflejan una de sus grandes virtudes: la originalidad. Cultivó con esmero la literatura infantil. Su obra Gramática de la fantasía se convirtió en un verdadero clásico. Hoy se le recuerda como un hombre que comprendió la mente infantil y que hizo todo por revalorizarla. Estas son algunas de sus afirmaciones.

El llanto y la risa de los niños

En muchas de las frases de Gianni Rodari aparece un pedagogo sensible, que aboga por el respeto a los niños. También por una educación que proteja la sensibilidad y despierte la pasión por el conocimiento. Una educación, fundamentalmente, humana.

Los mejores regalos

Su postura al respecto queda sintetizada en esta afirmación: “¿Merece la pena que un niño aprenda llorando lo que puede aprender riendo?” En este caso, llama a una educación que no sea restrictiva, ni severa. La disciplina académica no tiene por qué ser sufrimiento.

Un tema tan sencillo y a la vez tan profundo como el de los regalos también tuvo lugar en las frases de Gianni Rodari. Al respecto señala: “Los mejores regalos no se compran, los mejores regalos son los que se hacen”.

En el mundo actual nos hemos acostumbrado a obsequiar artículos y objetos a los demás. Esto, quizás, permite cumplir con un protocolo. Al mismo tiempo, despoja a los regalos de su más profundo valor: la autenticidad de afectos involucrada en ellos.

El error es un tema universal. Ha suscitado toda suerte de reflexiones a lo largo de la historia. La visión de Gianni Rodari al respecto es fabulosa. Una de sus frases dice: “Los errores son necesarios, útiles como el pan, y a menudo hermosos: por ejemplo, la torre de Pisa”.

Una de las frases de Gianni Rodari sobre el error

Esta es, sin duda alguna, una bella manera de abordar el error. No solamente señala que los errores son útiles, sino que también muestra que pueden dar como resultado algo insospechado y hermoso.

Mujer sentada frente al mar simbolizando las frases de Gianni Rodari

Lo que hay en nuestro corazón

La fantasía es el eje de todo el pensamiento y la obra literaria de Gianni Rodari. De ahí que al referirse a lo que hay en el interior del ser humano diga: “En el corazón todos tenemos un caballero lleno de valor, que siempre está listo para volver a ponerse en viaje”.

Es una forma de señalar que dentro de cada uno de nosotros sigue vivo ese niño soñador, que le pone alas a su imaginación y quiere emprender grandes aventuras, llenas de nobles propósitos. De hecho, toda su obra es un llamado a que nos pongamos de nuevo en contacto con ese héroe interno que sigue vivo en algún rincón de nuestro corazón.

El verdadero valor de la fantasía

Rodari hace una defensa radical de la imaginación y de la fantasía. Una de sus afirmaciones lo deja ver muy claramente. Dice así: “La fantasía no es un lobo malo al cual hay que tener miedo, ni un delito que haya que vigilar constantemente, sino un mundo extraordinariamente rico y marginado de una forma estúpida”.

Muchas veces se llama a la gente a ser “realista”. Incluso a los niños se les exige que se atengan a los hechos. Parece que imaginar de más es una amenaza, cuando en la práctica es una fuente de inagotable riqueza. Cada fantasía tiene también mucho de verdad. Rechazarla o menospreciarla equivale a cercenar una de las partes más valiosas de la nuestro ser.

Todas las frases de Gianni Rodari son hermosas e inspiradoras. Su obra en conjunto es un homenaje a la infancia. No solo a esa infancia de edad, sino al niño interior que nos habita a todos. Sus palabras resultan muy refrescantes para un mundo que muchas veces se muestra árido y poco sensible a las verdaderas prioridades del ser humanom

Un cuento de Gianni Rodari

Domingo por la mañana

[Minicuento – Texto completo.]Gianni Rodari

En palabrasynarraciones.com


El señor César era muy rutinario.

Todos los domingos por la mañana se levantaba tarde, daba vueltas por casa en pijama y a las once se afeitaba, dejando abierta la puerta del baño.

Aquel era el momento esperado por su hijo Francisco, que tenía solo seis años, pero manifestaba ya una inclinación por la medicina y la cirugía. Francisco tomaba el paquete de algodón hidrófilo, la botellita de alcohol desnaturalizado, el sobre de los esparadrapos, entraba al baño y se sentaba en el taburete a esperar.

-¿Qué hay? -pregunta el señor César, enjabonándose la cara.

Los otros días de la semana se afeitaba con la máquina eléctrica, pero el domingo usaba todavía el jabón y las cuchillas. Francisco se torcía en el pequeño asiento, serio, sin responder.

-¿Entonces?

-Bien -decía Francisco- puede ser que tú te cortes. Entonces yo te curaré.

-Ya -decía el señor César.

-Pero no te cortes a propósito como el domingo pasado -decía Francisco severamente-, a propósito no vale.

-De acuerdo -decía el señor César.

Pero cortarse sin hacerlo aposta no lo lograba. Intentaba equivocarse sin quererlo, pero es difícil y casi imposible. Hacía de todo para estar distraído, pero no podía. Finalmente, aquí o allá, el corte llegaba y Francisco podía entrar en acción. Secaba el hilo de sangre, desinfectaba, pegaba el esparadrapo. Así cada domingo el señor César regalaba un hilo de sangre a su hijo, y Francisco estaba convencido de ser útil a su distraído padre.

FIN