¿Por qué un escritor necesita conocer la tradición literaria?
Imagínate que has recibido una herencia. Es una herencia cuantiosa que, además, puede ayudarte mucho en tu carrera de escritor. Está libre de impuestos, solo tienes que comenzar a disfrutarla. ¿La despreciarías? Casi seguro que no. Pues esa herencia es la que te han dejado los escritores que ya han sido: la tradición literaria.
En efecto, tienes una herencia de miles de títulos, obras y autores que solo están aguardando a que te adentres en ellos y obtengas todos los beneficios que la lectura encierra, beneficios que aumentan cuando además el lector quiere ser escritor.
Sin embargo, muchos escritores desconocen esa herencia. Otros no alcanzan a comprender cómo pueden servirse de ella. Algunos incluso la desprecian, a pesar de su riqueza. Por eso hoy hablamos de las ventajas que tiene para un escritor conocer la tradición literaria y cómo servirse de ella. Porque, a fin de cuentas, todo escritor aspira a convertirse a su vez en tradición.
Por qué un escritor necesita conocer la tradición literaria
Ya hemos hablado en multitud de ocasiones acerca de que en las obras literarias, en especial en aquellas que ocupan por derecho propio un lugar entre las obras destacadas de todos los tiempos, están los ejemplos de todo lo que se puede hacer en literatura y de cómo hacerlo de la mejor manera. Los mejores maestros te ofrecen sus obras, novelas y relatos, para que estudies en ellas cómo se pueden hacer las cosas.
Al leer a los grandes autores aprendes sobre todo aquello que un buen escritor necesita conocer: el lenguaje, las estructuras, los personajes, las situaciones, las descripciones o la narración… Nunca nos cansaremos de decir que leer mucho (y bueno) es el mejor curso de escritura que un aspirante a autor puede hacer.
De hecho, muchas de las preguntas de los escritores principiantes denotan un ingenuo desconocimiento que se curaría con facilidad leyendo un poquito más. ¿Puedo usar varios narradores?, ¿cómo se usa el punto de vista?, ¿es necesario que divida mi novela en capítulos? Todas esas preguntas están contestadas en los libros que están a tu disposición, solo tienes que leerlos.
Jean-Paul Sartre dijo:
Cualquiera puede escribir, escribir es tener la paciencia de escribir, la voluntad, el aguante de escribir. El resto es cuesión de leer, leer y leer.
Pero más allá de la escuela que la buena literatura establece para los principiantes, todo autor debe ser consciente de que también las obras que él escribe (o aspira a escribir) se inscriben dentro de esa enorme corriente, ese acervo del que es heredero, el flujo constante que es la tradición literaria.
Qué es la tradición literaria
La tradición sería, por tanto, el corpus de toda la narrativa de ficción creada hasta el momento. Cada novela, relato, poema, obra de teatro, etc., escritos formarían parte de la tradición.
Sin embargo, la tradición es también selección. No todas las obras escritas pasan a formar parte de la tradición. Muchas de ellas, incluso cuando tuvieron éxito en su momento, no llegan a formar parte del acervo del que todos somos herederos; otras entraron en ese acervo para salir algún tiempo después; y otras que no ingresaron en el momento de su creación, pueden ser rescatadas incluso mucho tiempo después.
La tradición es por tanto algo vivo, algo que no deja de mutar. Hay obras que entran y obras que salen. Pero las que forman parte de la tradición, de eso que se ha dado en llamar el canon, son obras consideradas modélicas.
Como es lógico, a un escritor que comienza le interesa tener modelos, referentes, ejemplos en los que poder inspirarse y de los que poder aprender. ¿Qué mejor sitio para buscar tus modelos que entre las obras que por sus especialidades cualidades han logrado formar parte del acervo literario?
En su ensayo Continuidad y ruptura, Javier Aparicio Maydeu apunta:
[…] Resulta harto difícil poder admitir que la creatividad surja de forma sólida al margen del dominio del «oficio», esto es, de los artificios, trucos y ardides aprendidos en la obra ajena a través de lecturas fructíferas de […] narraciones que lleven en volandas, y formalicen y sustenten, las intuiciones propias.
Pero, más allá de la faceta de mero aprendizaje (y es una faceta importante que no conviene obviar), lo cierto es que tu propia obra emana, lo sepas o no, lo quieras o no, de esa tradición.
Una obra, cualquier obra, no surge de la nada, sino que es en gran parte producto de todas las obras que se han hecho hasta el momento. Cada escritor es heredero de los que escribieron antes que él, es su sucesor, de algún modo continúa su labor y la lleva un poquito más allá.
Marcel Proust apuntaba que cada nuevo escritor original progresaba sobre el que le había precedido. Y Camilo José Cela decía: «La literatura es una carrera de antorchas. En cada generación se lleva el testigo hasta donde se puede y ahí se le entrega al escritor de la etapa siguiente».
No podrás participar en esa carrera adecuadamente si no conoces a los escritores que han corrido antes que tú y que te tienden el relevo.
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En Cartas a un joven novelista, Mario Vargas Llosa da el siguiente consejo:
[…] en vista de esas perentorias exigencias de consejos prácticos de su carta, le doy este: ya que no se puede ser un novelista sin tener un estilo coherente y necesario, busque y encuentre su estilo. Lea muchísimo, porque es imposible tener un lenguaje rico, desenvuelto, sin leer abundante y buena literatura […]
La lectura es una de las actividades más importantes y útiles que el ser humano realiza a lo largo de su vida. En primer lugar, la lectura, del mismo modo que todas las restantes actividades intelectuales, es una actividad exclusiva de los seres humanos, únicos seres vivos que han podido desarrollar un sistema intelectual y racional de avanzada. Esto quiere decir que la lectura es una de aquellas actividades que nos define por lo que somos frente al resto de los seres vivos. La lectura es una actividad que por lo general comienza a adquirirse muy lentamente desde temprana edad y se mantiene de por vida, es decir que no se pierde con el tiempo.
Por otro lado, la importancia de la lectura también reside en el hecho de que es a través suyo que el ser humano puede comenzar a recibir conocimientos de manera formal e insertarse así en el proceso tan complejo pero útil conocido como educación. La lectura supone siempre atención, concentración, compromiso, reflexión, todos elementos que hacen a un mejor desempeño y a mejores resultados.
Leer debería ser la actividad principal de un escritor, incluso por delante de la propia escritura; y en especial de un escritor en formación.
¿Por qué es tan importante la lectura para la formación del escritor y para el posterior desarrollo de una obra rica?
El primer motivo ya te lo ha apuntado Vargas Llosa al principio de este artículo: «es imposible tener un lenguaje rico, desenvuelto, sin leer abundante y buena literatura». No se es un buen escritor si no se posee ese tipo de lenguaje. Leer te ayuda además a construir tu propia obra.
Ninguna obra artística, tampoco literaria, se construye desde cero. Lo quieras o no, la tradición literaria empapa tu obra.
Según el filósofo Hans-Georg Gadamer:La creación contemporánea está cada vez más a la sombra del gran pasado del arte que nos rodea como presente.
Si además llevas un diario de lecturas, como se recomienda, podrás crear tu propio arsenal de técnicas y recursos del que echar mano cuando lo necesites.
Al mismo tiempo, el conocimiento del acervo literario universal va a servirte para juzgar tu propia obra al compararla con el resto de las obras que componen dicho acervo.
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¿Cómo tener éxito publicando un libro? El secreto está en dar los pasos necesarios para lograr tu objetivo de vender muchos libros.
En este artículo te brindamos un tutorial con instrucciones y consejos para publicar un libro con éxito.
El éxito editorial no es algo que se consiga de la noche a la mañana, pero si sigues los pasos que te mostramos aquí vas a triunfar con tu libro antes de lo que piensas.https://www.youtube.com/embed/H-Yww5JPvBk?rel=0
Autogestión total
Todos los escritores pasamos por una etapa en la que sentimos que podemos hacerlo todo solos, por nuestra cuenta y sin ayuda de nadie.
Amazon KDP es toda una tentación para los autores de este tipo porque nadie te va a exigir condiciones de fondo o de forma para publicar esa plataforma, solo debes seguir el procedimiento y tu libro quedará publicado, sin importar que la portada sea poco atractiva o el texto esté sin corregir.
Pensar que tú puedes solo con la edición de tu libro es un autoengaño, debes superar rápidamente esa idea.
Dale una cuota de sensatez a tu trabajo como escritor y date cuenta de que necesitas ayuda. ¿Puedes escribir solo? Perfecto, nadie lo pone en duda. Pero escribir es solamente la base de la publicación de libros.
Si terminaste de escribir tu libro (¡genial!) prepárate a enfrentar diez desafíos más hasta convertirlo en un éxito. ¿Aceptas el reto?
1. Corrección ortotipográfica y de estilo
Dejar la corrección del texto en manos de un corrector profesional es el verdadero primer paso para tener éxito con tu libro.
El corrector no va a cambiar tu texto, el corrector es un aliado que te permitirá expresarte de manera óptima. Busca un buen profesional y déjalo corregir tu libro hasta dejarlo perfecto.
2. Edición profesional de un libro
Para tener éxito publicando un libro debes editarlo con calidad profesional hay tres pasos imprescindibles posteriores a la corrección: informe de lectura, maquetado y diseño de portada.
El informe de lectura es una valoración objetiva de tu obra realizada por un lector experto que te señalará debilidades que debes superar y fortalezas que debes explotar en tu trabajo literario.
Maquetar un libro es darle el formato definitivo al interior. La valoración profesional del contenido, la maquetación y el diseño de portada son requisitos indispensables para publicar un buen libro.
Si tu historia va muy bien hasta la mitad, pero justo allí la trama «se hunde» y el lector se aburre, tu libro no recibirá buenas críticas. El informe de lectura te permite salvar problemas de este tipo.
Por otra parte, si cambias el margen o la tipografía en cada página, si haces saltos de línea innecesarios o eliges una imagen muy pixelada para la portada de tu libro, los lectores pensarán que es trabajo de un amateur, no de un escritor profesional.
Entonces, recapitulando: busca ayuda para corregir y optimizar el contenido de tu libro y también para maquetarlo y diseñar una buena portada. Una vez que cumplas estos requisitos tendrás una obra de calidad profesional lista para poner a la venta.
3. Página web de autor
Hacer un libro de calidad es condición necesaria para tener éxito como escritor, pero no es suficiente.
Piensa esto: en el mundo se realizan diariamente miles de millones de búsquedas en internet. Las personas están ávidas de información sobre el tema que se te ocurra, por más puntual que sea. Internet es un gigantesco mercado de ideas y de historias como las de tu libro.
Para vender tus ideas en internet necesitas tener una página web profesional. Lo más conveniente es registrar tu propio dominio (la dirección de internet que tú quieras, siempre que esté disponible) y crear contenidos textuales optimizados con palabras clave relacionadas con tu nicho literario.
Si haces un buen trabajo en tu web de autor conseguirás posicionarte como un referente en tu tema y habrás conseguido una plataforma fenomenal para vender tu libro o tus servicios profesionales.
4. Redes sociales para escritores
Hoy en día, si no estás en redes sociales, estás perdiendo una gran oportunidad. Contar con una página web es importante, pero no es suficiente. Las redes sociales concentran un inmenso volumen de tráfico y de usuarios dispuestos a comprar tu libro. Ve a su encuentro.
La red social «estándar» es Facebook. No pierdas más tiempo, crea tu página de escritor e intenta mantenerla al margen de tu perfil personal. En tu página de escritor en Facebook debes publicar contenidos relacionados con tu libro: vídeos, infografías, relatos, citas, etc.
Las redes sociales te permiten crear comunidad, te abren puertas para conectar con personas de todo el mundo que comparten intereses contigo.
Otras redes sociales ideales para escritores son Twitter, Instagram, Pinterest y Goodreads. Enfócate en al menos dos de ellas, además de Facebook. Si no eres muy amigo de la tecnología puedes obtener ayuda de un community manager que se encargue de planear y realizar publicaciones con el material que tú le proveas.
5. Publicidad de pago para vender libros
Las ventajas más notables de contratar publicidad digital de pago son dos:
1) Obtienes gran exposición de tu trabajo como autor.
2) Puedes segmentar tu público.
La segmentación te permite enfocar tus esfuerzos en el sector del público que más te interesa. Por ejemplo, si escribes libros sobre mecánica de coches, la mayoría de tus lectores serán hombres y si escribes novelas románticas tu público objetivo es mayormente femenino.
Contratando anuncios en Google Ads o Facebook Ads puedes lograr que tu publicidad se muestre solamente a las personas que te interesan según género, edad, ubicación, grado de estudios, etc.
6. Un canal con contenido literario
Para vender más libros, además de tener una página web y cuentas en redes sociales debes elegir un canal y crear contenido gratuito de calidad. Las alternativas más convenientes son hacer un podcast, un blog, un foro o un canal de YouTube.
En este canal principal debes publicar tus mejores contenidos y ser constante. Publica un vídeo, una emisión de radio o un artículo de blog a la semana.
Las redes sociales son un tanto volátiles, lo que publicas hoy se pierde de vista en un par de horas. Pero si tienes un canal cuentas con un lugar de referencia para tus lectores, una «roca» sobre la cual edificar tu negocio literario.
7. Marketing analógico
El marketing analógico o tradicional es la publicidad de pago en periódicos, revistas, emisoras de radio, etc. En el mercado actual este tipo de marketing no es suficiente por sí solo, pero sigue siendo muy valioso porque para muchas personas estos medios tienen una reputación sin igual.
Puedes contratar un banner en el periódico de tu ciudad, crear un anuncio para pasar en programas de radio populares o simplemente poner un aviso clasificado. Todas las opciones son válidas y recomendables.
8. Vender tu libro de boca a boca
Si sigues al pie de la letra los pasos anteriores las personas comenzarán a hablar de ti y de tu libro. Los anuncios de pago y el marketing de contenidos están muy bien, pero la recomendación de persona a persona tiene un valor agregado que no se consigue en otro sitio.
Cuando una persona les recomienda tu libro a sus amigos, además de reconocer y valorar tu trabajo, está generando un lazo emocional con lo que tú has escrito porque lo considera valioso y digno de conocerse: «Oye, mira este libro que compré en Amazon. ¡Es fantástico! ¿Por qué no le echas una mirada? Si te gusta, te lo regalo para tu cumpleaños».
9. Conectar con influencers y medios
¿Sabías que hay influencers que tienen más seguidores en YouTube que la cuenta oficial de CNN en Español? Pues sí, busca a El Rubius o Luisito Comunica y te sorprenderás.
Entre los medios importantes internacionales y nacionales, los influencers y los cantantes más famosos se concentra el mayor caudal de tráfico en plataformas como YouTube e Instagram.
Los grandes medios son difíciles de alcanzar, pero no inaccesibles. Intenta enviarles un mensaje directo con un contenido impactante. Podrías dar un golpe de suerte y conseguir una publicidad fenomenal completamente gratis.
Lo mismo puedes hacer con tus influencers favoritos. Mencionarlos en Twitter es una estrategia que podría darte buenos resultados.
Si un medio importante como El País o un influencer con decenas de millones de seguidores difunden contenidos sobre tu libro o simplemente mencionan tu cuenta, ese día habrás sido tocado por la varita mágica.
Pero para que esto pueda ocurrir debes realizar sistemáticamente todos los pasos que te hemos señalado hasta aquí.
10. El factor X
El factor X es una causa completamente fortuita que hace que las ventas de tu libro se disparen.
Imagina que eres médico especialista en infectología y publicaste un libro sobre protocolos de prevención a mediados de 2019. Ten la certeza de que para el momento en que estás leyendo este artículo tu libro se habrá convertido en un best seller total, no hace falta explicar por qué.
Otro ejemplo, este pertenece a la fantasía, pero podría hacerse realidad. Piensa en el día en que el primer ser humano pise suelo del planeta Marte. Con seguridad, ese hecho provocará una suba importante en las ventas de Crónicas marcianas, el clásico de Ray Bradbury.
También puede darse el caso de que publiques la biografía de una persona muy famosa y esa persona gane un premio importante como el Nobel, o sea elegida presidente, o sufra un atentado… Cualquiera de esas circunstancias hará que tu libro se venda muchísimo.
Así funciona el factor X, una mitad está completamente librada al azar, pero la otra depende de ti. Si la selección de Jamaica gana la Copa Mundial de Fútbol (algo posible, pero improbable) y no tuviste la precaución de escribir un libro sobre el fútbol en Jamaica y hacer una buena difusión de él… seguirás con las manos vacías.
¿Cómo publicar un libro con éxito?
1. Escribe y corrige el texto de tu libro hasta el más mínimo detalle.
2. Busca ayuda profesional para valorar el contenido, hacer el maquetado y diseñar la portada.
3. Crea una página web con tu dominio propio.
4. Usa las redes sociales para difundir tu trabajo literario y afianzar tu marca como escritor.
5. Haz publicidad de pago y aprovecha las posibilidades de segmentación del público.
6. Elige un canal especial para compartir tus mejores contenidos (YouTube, podcast, blog, etc.).
7. Haz marketing tradicional en periódicos, radios y revistas.
8. Confía en la difusión boca a boca de tu libro.
9. Procura llegar a influencers y medios de comunicación grandes y muéstrales tus contenidos literarios.
Si cumples todas estas etapas de manera ordenada tu libro se convertirá en un éxito de ventas.
¿Quieres triunfar con tu libro? ¿Necesitas ayuda para corregir o maquetar? ¿Quieres diseñar una estrategia de marketing a la medida de tus necesidades?
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En la novela ‘El diccionario del mentiroso’ la autora inglesa Eley Williams demuestra su pasión por la lexicografía en todas sus ramificaciones | Foto: Wokandapix, Pixabay
La primera novela de Eley Williams, curtida en el relato breve, me atrajo debido a su temática: la emoción que suscitan en cualquier escritor las palabras, su significado, sus acepciones, su vida literaria. No obstante, me interné en sus páginas con ciertas prevenciones, al relacionarla de entrada, no sé si arbitrariamente, con Joanna Walsh, otra promesa consolidada de la narrativa británica actual, a la que Williams cita en los agradecimientos. Esta cautela procedía de que salí escaldado de los últimos cuentos de Walsh, cuyo argumento se había volatilizado, evaporado por completo, hasta reducirse a mero ejercicio formal.
Sexto Piso
Por suerte, no es el caso de El diccionario del mentiroso, con traductor a la altura del empeño lingüístico, me imagino que muy complejo para vertirlo a nuestro idioma sin perder calidad literaria, el poeta y novelista argentino afincado en España, Mariano Peyrou. La autora procura en todo momento, según avanza la trama hacia un desenlace contundente, mantener la narratividad al tiempo que afila la invención verbal y los juegos de palabras o fonológicos con mucha finura. Sirva como ejemplo una aliteración relativa al fingido ceceo del coprotagonista: “El sol de enero se solazaba, solemne y silencioso, y sesteaba sereno en el elíseo”.
Los numerosos juegos lingüísticos, de orden intelectual, están traspasados por una ironía refinada –ya en el exergo, la entrada novela: “Un pequeño relato, generalmente de amor”, procedente del Diccionario de la Lengua Inglesa de Samuel Johnson, de mitad del siglo XVIII–, no hacen ascos a nada, pues llegan hasta lo procaz, y demuestran la pasión de la novelista por la lexicografía con todas sus ramificaciones, desde lo etimológico a lo fonético, pasando por usos filológicos o acepciones diversas. Se extrema a través del hobby de Winceworth, el lexicógrafo en el que se centra la historia: la invención de palabras, “palabras fantasma”, “subrepticias ficciones”, fruto de una “ferviente imaginación” –entre ellas, con humor autocrítico,“Winceworcesco (adj.): Aquello cuyo valor reside en ser inútil”– que cuela a modo de broma o trastada como entradas “fraudulentas”, falsas, ficticias, en el “disparatado diccionario” en el que trabaja junto a otros lexicógrafos y lingüistas de campo, una extravagante panda de eruditos, a finales del siglo XIX, en una fantasmal Sala de los Escribientes, a la que denominan “establo”.
La narración propiamente dicha, transcurre en paralelo. Los capítulos, ordenados de la A a la Z alternan la anodina vida laboral del lexicógrafo aludido, sacudida por una atracción amorosa, en tercera persona, con los avatares en primera persona más de un siglo después, en nuestro tiempo, de una joven becaria, esto es, precaria, durante tres años, lesbiana, obsesionada con su falta de valor para salir del armario, currante en la misma editorial, en un edificio vanguardista muy deteriorado, casi en abandono, como la propia empresa. Con esos mimbres, trenzando extraños, pero a la larga consistentes, vínculos, entre ambos personajes, Williams consigue no sólo mantener la solidez del argumento doble, sino avivar la intriga, engrasa muy bien el artefacto narrativo, de apariencia, sólo apariencia, posmoderno, hasta la traca final del desenlace, con lo que revierte la presumible aridez del asunto.
El estilo es brillante, con un dominio de los diálogos, aun absurdos a menudo, de una naturalidad envidiable, y símiles muy logrados; a veces preciosista, es capaz de morosas descripciones, por caso, de los dibujos en el cielo de las bandadas de estorninos urbanos, para contrarrestar la prosa áspera de los días laborables, que se les hacen eternos a los dos personajes principales, cuyo talento, como el de la novelista, se vuelca en la fascinación por los detalles nimios. No sé si el prefacio –ella misma afirma que “un prefacio es mucho ruido y pocas nueces”–, salpicado de frases digresivas lapidarias, muy indicativas del sorprendente tono de la autora, es necesario, acaso ni pertinente, pese a que una de las sentencias sea decisiva para lo que nos espera: “un diccionario es un narrador poco fiable”. En todo caso el prólogo es una defensa del diccionario personal –en nuestras letras lo ensayó Rafael Argullol con su deslumbrante Breviario de la aurora– perfecto, imposible por tanto, junto a apreciaciones harto curiosas sobre el oficio de la lexicografía y los hipotéticos usuarios de las enciclopedias.
En último término el libro es una celebración de la belleza del lenguaje y el placer que proporcionan, nos proporcionan, las palabras. Con frecuencia la pasión de Williams va pareja a su inclinación por lo digresivo, más bien, divagatorio, lo mismo le da por merodear en torno al reloj de arena, tan borgeano, que por adentrarse en los vertederos informáticos. Desmiente así su guasona, apurando el campo semántico, definición del amor: “Es una bobada maravillosa, ¿verdad? Paparruchas, memeces, chorradas, pamplinas, chuminadas, sandeces, paridas, gansadas, majaderías, patochadas, necedades, etcétera”.
Fermín Herrero (1963, Soria). Autor de ‘La gratitud’ (Premio de las Letras y la Crítica de Castilla y León 2014 y Premio ‘Gil de Biedma’). Ha publicado los poemarios: ‘El tiempo de los usureros’, ‘Un lugar habitable’, ‘Tierras altas’, ‘Echarse al monte’, ‘Tempero’ y ‘Sin ir más lejos’. Actualmente colabora en el suplemento de cultura de ‘El Norte de Castilla’.
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