Maléficum Sabbat (Borrador del prólogo)

Primer borrador del prólogo.

Esta historia está inspirada en el libro de Julio Caro Baroja, El mundo de las brujas y es fruto de un intenso trabajo de investigación de un caso cierto. Fueron muchas las horas dedicadas a escudriñar archivos, a explorar lecturas y a revisar documentos y de una severa reconstrucción de manifestaciones de supuestos hechos de brujería, la mayoría de ellos imaginados por un petulante ministro sometido al pecado de la vanidad, de la gula y a otros vicios. Ocurrió en un país sudamericano en el último cuarto del siglo pasado, cuyo nombre y exacto período me he visto obligado a callar. Ha sido un trabajo destinado a destacar la verdad de un hecho que resultó en un relato histórico de sucesos y pasajes que señalan con sobrada modestia la influencia del saber y el método del investigador Gustav Henningsen de saber buscar, saber leer y saber relacionar.

El resultado es un hito investigativo de gran significado al poner en claro lo que se escondió durante mucho tiempo de los relatos oficiales. Es una apabullante narración de las tramoyas y ardides del ministro Diósteles Runque, influenciado por su esposa Constanza Juliana y por el enigmático psiquiatra Antonio Cayo Bercelier, que decide cualquier día modernizar su país y se le ocurre arrasar con lo atrasado de un paraje y perseguir la brujería y otros hechos relacionados con esta práctica, con el fin de imponer un nuevo modelo de sociedad y de afianzarse en el poder, a falta de méritos y de formación. Lo que el presuntuoso desconoce es que, al atacar el territorio en donde su supone vive la víctima escogida para el ataque por parte de la coronel Benicia Santoro, encargada de cumplir la misión, ella enfrentará consecuencias inesperadas al adentrarse en territorios desconocidos y apabullados de creencias inciertas e inexploradas.

Tres hechos destacan en este relato sometido a las más estrictas reglas de verificación: La convicción del gobernante Diósteles Runque para acabar con una mujer acusada de ser la responsable, a su juicio, de los problemas enfrentados en su mandato para imponer un Nuevo Orden de cara al futuro; los trances del narrador para desentrañar y relatar lo ocurrido; y el esfuerzo de un reconocido académico que trata de poner en claro y de demostrar con argumentos la inexistencia del hecho ideado por el gobernante y alertar sobre la misión que había de acabar  con la Bruja Lucinda Candelaria, su marido, y de quienes la seguían.

En cuanto al sufrimiento del narrador para ahondar y escribir la historia es suficiente con señalar lo expuesto por él mismo en el curso del trabajo, cuando anota que “inclinado a investigar casos raros u olvidados, pensé que una vez accediera a la información, todo se daría en un santiamén” Confió en el poderoso encanto del olvido de los días idos y en que nada pasaría al escarbar hechos pasados. Se equivocó. Como se verá en el curso de la narración, por acceder a los archivos que contenían información, fue atacado por espinosos episodios. Lo grave fue que, una vez adentro, no pudo contenerse y se sintió inmerso en la pesquisa como jugador en las de órdago. Se convirtió en el manso esclavo de potentes fuerzas repudiables.  

Por disposición de los familiares descendientes de los implicados, aunque más por imposición de la censura, he modificado los verdaderos nombres de los protagonistas, invertí detalles de donde ocurrieron los hechos, y traslapé la fecha, para no comprometer su prestigio. Sin embargo, aprovechando un descuido de la censura, me he arriesgado con algunas descripciones en las que se avizoran pistas o señales que conducen a desentrañar por parte de los lectores la exacta identificación de las personas, lugares, y fechas verdaderas.   Con todo, la historia, si bien contiene hechos ciertos que sucedieron en el fragor de la locura pandémica, está lejos de ser real. Una parte de sus pasajes es producto de la imaginación en procura de entretener desde la perspectiva fantástica, la otra es extraída de una realidad que se ha mantenido oculta por razones expuestas para la seguridad nacional.  

¿Qué gran libro se publicó el mismo año de tu nacimiento?

Te has preguntado: ¿qué gran libro se publicó el mismo año de tu nacimiento? Hemos reunido aquí una lista de grandes obras de la literatura (novelas, libros de cuento y alguna que otra obra de teatro), con el año en que fueron publicadas. Si recuerdan algún otro libro publicado en un año específico, que valga la pena mencionar, no duden en compartirla en los comentarios. La lista contiene libros publicados entre 1911 y 1999.

1911 – El árbol de la ciencia (Pío Baroja)

1912 – La muerte en Venecia (Thomas Mann)

1913 – El jardinero (Rabindranath Tagore), Hijos y amantes (D.H. Lawrence), El gran Meaulnes (Alain-Fournier), Por el camino de Swann (Marcel Proust)

1914 – Dublineses (James Joyce), Niebla (Miguel de Unamuno), Platero y yo (Juan Ramón Jiménez), La taberna errante (G.K. Chesterton)

1915 – La metamorfosis (Franz Kafka)

1916 – Retrato de un artista adolescente (James Joyce)

1917 – Cuentos de amor, de locura y de muerte (Horacio Quiroga), La bendición de la tierra (Knut Hamsun)

1918 – Cuentos de la selva (Horacio Quiroga)

1919 – Demian (Hermann Hesse)

1920 – La edad de la inocencia (Edith Wharton)

1921 – La tía Tula (Miguel de Unamuno)

1922 – Ulises (James Joyce), Siddhartha (Hermann Hesse), El hombre que sabía demasiado (G.K. Chesterton)

1923 – Dersu Uzala (Vladimir Arseniev), El buen soldado Svejk (Jaroslav Hasek) Bambi: una vida en el bosque (Felix Salten)

1924 – La montaña mágica (Thomas Mann)

1925 – El proceso (Franz Kafka), La señora Dalloway (Virginia Woolf), El gran Gatsby(Francis Scott Fitzgerald), Seis personajes en busca de autor (Luigi Pirandello)

1926 – El castillo (Franz Kafka), La bailarina de Izu (Yasunari Kawabata), Tirano Banderas (Valle Inclan), La connfusión de los sentimientos (Stefan Zweig), El asesinato de Roger Ackroyd (Agatha Christie), Don Segundo Sombra (Ricardo Güiraldes)

1927 – El lobo estepario (Hermann Hesse)

1928 – Contrapunto (Aldous Huxley), El amante de Lady Chatterley (D.H. Lawrence),Nadja (André Breton)

1929 – El ruido y la furia (William Faulkner), Adiós a las armas (Ernest Hemingway),Los siete locos (Roberto Arlt), Doña Bárbara (Rómulo Gallegos)

1930 – Mientras agonizo (William Faulkner), El hombre sin atributos (Robert Musil)

1931 – Gog (Giovanni Papini), Los lanzallamas (Roberto Arlt), Las lanzas coloradas(Arturo Uslar Pietri)

1932 – Un mundo feliz (Aldous Huxley)

1933 – El jorobadito (Roberto Arlt), La condición humana (André Malraux)

1934 – Trópico de Cáncer (Henry Miller), Huasipungo (Jorge Icaza)

1935 – Historia universal de la infamia (Jorge Luis Borges), Asesinato en la catedral(Thomas Steams Eliot), Canaima (Rómulo        Gallegos)

1936 – ¡Absalón! ¡Absalón! (William Faulkner), Lo que el viento se llevó (Margaret Mitchell), Auto de fe (Elias Canetti), Las paradojas del señor Pond (G.K. Chesterton)

1937 – El hobbit (J.R.R. Tolkien), Tener y no tener (Ernest Hemingway), País de nieve(Yasunari Kawabata)

1938 – La nausea (Jean-Paul Sartre)

1939 – Finnegans Wake (James Joyce), Las uvas de la ira (John Steinbeck), Las palmeras salvajes (William Faulkner), El sueño eterno (Raymond Chandler), Trópico de Capricornio (Henry Miller), Diez negritos (Agatha Christie)

1940 – Por quién doblan las campanas (Ernest Hemingway), La invención de Morel(Adolfo Bioy Casares), El cero y el infinito (Arthur Koestler), El desierto de los Tártaros(Dino Buzzati)

1941 – Entre actos (Virginia Woolf), Los hijos de Matusalén (Robert A. Heinlein)

1942 – El extranjero (Albert Camus), Viaje al fin de la noche (Louis-Ferdinand Céline)

1943 – El juego de los abalorios (Hermann Hesse)

1944 – Ficciones (Jorge Luis Borges), El enano (Pär Lagerkvist)

1945 – Rebelión en la granja (George Orwell), La colmena (Camilo José Cela)

1946 – Historia de una escalera (Antonio Buero Vallejo), El señor presidente (Miguel Ángel Asturias)

1947 – La peste (Albert Camus), Bajo el volcán (Malcolm Lowry), La espuma de los días(Boris Vian), El diario de Ana Frank (Anne Frank)

1948 – Confesiones de una máscara (Yukio Mishima), El túnel (Ernesto Sábato)

1949 – El Aleph (Jorge Luis Borges), 1984 (George Orwell), Hombre de maíz (Miguel Ángel Asturias), El segundo sexo (Simone de Beauvoir), El hombre que calculaba(Malba Tahan)

1950 – Crónicas marcianas (Ray Bradbury), La vida breve (Juan Carlos Onetti), Yo, robot (Isaac Asimov), Barrabás (Pär Lagerkvist), Nadie encendía las lámparas (Felisberto Hernández), El león, la bruja y el ropero (C.S. Lewis)

1951 – Bestiario (Julio Cortázar), El principito (Antoine de Saint-Exupéry), El hombre ilustrado (Ray Bradbury), Molloy (Samuel Beckett), Malone muere (Samuel Beckett), El guardián entre el centeno (J.D. Salinger), Memorias de Adriano (Marguerite Yourcenar), Fundación (Isaac Asimov), El criador de gorilas (Roberto Arlt)

1952 – El viejo y el mar (Ernest Hemingway), Esperando a Godot (Samuel Beckett), Mil grullas (Yasunari Kawabata), Confabulario (Juan José Arreola)

1953 – El llano en llamas (Juan Rulfo), Fahrenheit 451 (Ray Bradbury), El largo adiós(Raymond Chandler), El innombrable (Samuel Beckett)

1954 – El señor de los anillos (J.R.R. Tolkien), El señor de las moscas (William Golding), Una fábula (William Faulkner), El maestro de Go (Yasunari Kawabata), El rumor de la montaña (Yasunari Kawabata), Buenos días, tristeza (Francoise Sagan)

1955 – Pedro Páramo (Juan Rulfo), Lolita (Vladimir Nabokov), El fin de la eternidad(Isaac Asimov)

1956 – Final del juego (Julio Cortázar)

1957 – Fin de partida (Samuel Beckett), En el camino (Jack Kerouac), Doctor Zhivago(Boris Pasternak), El barón rampante (Italo Calvino)

1958 – Desayuno en Tiffany’s (Truman Capote)

1959 – Las armas secretas (Julio Cortázar), El tambor de hojalata (Günter Grass), La tregua (Mario Benedetti), Las sirenas de Titán (Kurt Vonnegut)

1960 – Matar a un ruiseñor (Harper Lee), Cántico por Leibowitz (Walter M. Miller),Tropas del espacio (Robert A. Heinlein)

1961 – La casa de las bellas durmientes (Yasunari Kawabata), El astillero (Juan Carlos Onetti), Sobre héroes y tumbas (Ernesto Sábato), Solaris (Stanislav Lem), Trampa 22(Joseph Heller)

1962 – Historias de cronopios y de famas (Julio Cortázar), La naranja mecánica(Anthony Burgess), Los funerales de la Mamá Grande (Gabriel García Márquez), El hombre en el castillo (Philip K. Dick), Alguien voló sobre el nido del cuco (Ken Kesey),La muerte de Artemio Cruz (Carlos Fuentes), Aura (Carlos Fuentes), El siglo de las luces (Alejo Carpentier), El cuaderno dorado (Doris Lessing), 

1963 – La ciudad y los perros (Mario Vargas Llosa), Rayuela (Julio Cortázar), V (Thomas Pynchon)

1964 – Lo bello y lo triste (Yasunari Kawabata), Una cuestión personal (Kenzaburo Oe)

1965 – Tres tristes tigres (Guillermo Cabrera Infante), El lugar sin límites (José Donoso)

1966 – Paradiso (José Lezama Lima), La casa verde (Mario Vargas Llosa), Todos los fuegos el fuego (Julio Cortázar), A sangre fría (Truman Capote), La subasta del lote 49(Thomas Pynchon), Cinco horas con Mario (Miguel Delibes)

1967 – Cien años de soledad (Gabriel García Márquez), La broma (Milan Kundera), El maestro y Margarita (Mijaíl Bulgákov)

1968 – ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Philip K. Dick), 2001: Una odisea espacial (Arthur C. Clarke)

1969 – Conversación en la Catedral (Mario Vargas Llosa), Ubik (Philip K. Dick), El padrino (Mario Puzo), El mal de Portnoy (Philip Roth), Boquitas pintadas (Manuel Puig), Matadero 5 (Kurt Vonnegut), Hasta no verte, Jesús mío (Elena Poniatowska)

1970 – El informe de Brodie (Jorge Luis Borges), Juan Salvador Gaviota (Richard Bach),Ojos azules (Toni Morrison), Mundo anillo (Larry Niven), Un mundo para Julius(Alfredo Bryce Echenique)

1971 – Nuestra pandilla (Philip Roth), Cartero (Charles Bukowski), Miedo y asco en Las Vegas (Hunter S. Thompson)

1972 – Los propios dioses (Isaac Asimov), Cita con Rama (Arthur C. Clarke)

1973 – Pantaleón y las visitadoras (Mario Vargas Llosa), Momo (Michael Ende), El arcoiris de gravedad (Thomas Pynchon), El desayuno de los campeones (Kurt Vonnegut)

1974 – Abaddón el exterminador (Ernesto Sábato)

1975 – El otoño del patriarca (Gabriel García Márquez), El libro de arena (Jorge Luis Borges), Terra Nostra (Carlos Fuentes)

1976 – El beso de la mujer araña (Manuel Puig)

1977 – La tía Julia y el escribidor (Mario Vargas Llosa), El resplandor (Stephen King)

1978 – Mujeres (Charles Bukowski), La vida: instrucciones de uso (Georges Perec),Casa de campo (José Donoso)

1979 – La historia interminable (Michael Ende), La zona muerta (Stephen King), Guía del autoestopista galáctico (Douglas Adams), La decisión de Sophie (William Styron)

1980 – La conjura de los necios (John Kennedy Toole), El nombre de la rosa (Umberto Eco), Queremos tanto a Glenda (Julio Cortázar)

1981 – Crónica de una muerte anunciada (Gabriel García Márquez), La guerra del fin del mundo (Mario Vargas Llosa), Hijos de la media noche (Salman Rushdie), La vida exagerada de Martín Romaña (Alfredo Bryce Echenique)

1982 – La casa de los espíritus (Isabel Allende), Paisaje después de la batalla (Juan Goytisolo)

1983 – El entenado (Juan José Saer), Vida y época de Michael K. (J.M. Coetzee)

1984 – La insoportable levedad del ser (Milan Kundera), El amante (Marguerite Dumas),Neuromante (William Gibson)

1985 – El amor en los tiempos del cólera (Gabriel García Márquez), Ciudad de cristal(Paul Auster), Meridiano de sangre (Cormac McCarthy), Ruido de fondo (Don De Lillo),El perfume (Patrick Süskind), Beloved (Toni Morrison), El juego de Ender (Orson Scott Card)

1986 – La ciudad de los prodigios (Eduardo Mendoza), It (Stephen King)

1987 – Tokio Blues (Haruki Murakami), Noticias del imperio (Fernando del Paso), La hoguera de las vanidades (Tom Wolfe), Misery (Stephen King), Sorgo rojo (Mo Yan)

1988 – La inmortalidad (Milan Kundera), El alquimista (Paulo Coelho)

1989 – El palacio de la luna (Paul Auster), Como agua para chocolate (Laura Esquivel),Los pilares de la tierra (Ken Follet)

1990 – Un hogar en el fin del mundo (Michael Cunningham), Anochecer (Isaac Asimov),El misterio del solitario (Jostein Gaarder)

1991 – El evangelio según Jesucristo (José Saramago), El jinete polaco (Antonio Muñoz Molina), El mundo de Sofia (Jostein Gaarder)

1992 – Doce cuentos peregrinos (Gabriel García Márquez), Leviatán (Paul Auster),Todos los hermosos caballos (Cormac McCarthy), Corazón tan blanco (Javier Marías)

1993 – Lituma en Los Andes (Mario Vargas Llosa), Cuando ya no importe (Juan Carlos Onetti), La pasión turca (Antonio Gala), Trainspotting (Irvine Welsh)

1994 – Del amor y otros demonios (Gabriel García Márquez), Mañana en la batalla piensa en mí (Javier Marías)

1995 – Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (Haruki Murakami), Santa Evita(Tomás Eloy Martínez), Ensayo sobre la ceguera (José Saramago), No me esperen en abril (Alfredo Bryce Echenique)

1996 – Pulp (Charles Bukowski), El club de la lucha (Chuckm Palahniuk), Estrella distante (Roberto Bolaño), El capitán Alatriste (Arturo Pérez Reverte)

1997 – Pastoral americana (Philip Roth), Mason y Dixon (Thomas Pynchon), Todos los nombres (José Saramago)

1998 – La identidad (Milan Kundera), Los detectives salvajes (Roberto Bolaño), Las particulas elementales (Michel Houellebecq), Me llamo rojo (Orhan Pamuk)

1999 – Sputnik, mi amor (Haruki Murakami), Desgracia (J.M. Coetzee)

Publicado en Guía Literaria.

La letra «a»

a

Primera letra en orden cerca de todas las naciones que usaron carácteres, como nos consta de hebreos, árabes, griegos, latinos, y los demás; y esto por ser simplicísima su prolación. Los latinos dicen a, los griegos alpha, los hebreos aleph, los árabes aliph, los fenices alioz, el indio alephu. Y así, es la primera que el hombre pronuncia en naciendo, salvo que el varón, como tiene más fuerza, dice a, y la hembra e, en que parece entrar en el mundo, lamentándose de los primeros padres Adán y Eva. Llamose letra vocal porque, sin ayuda de los demás instrumentos con que se forman las letras, se pronuncia así ella como las demás vocales que se le siguen en orden, yendo apretando y recogiendo la boca, y formando el golpe del aliento, el de la «a», libre, el de la «e», cerca de los dientes, el de la «i», en el paladar alto, el de la «o», algo más retirado, y el de la «u», en el paladar, acabando de cerrar los labios; y todas las cinco vocales, o con el espíritu tenue, o con el áspero.

La simplicidad de la letra «a» es tanta, que no se niega su pronunciación a los mudos, los cuales, con sola ella, ayudándose del tono, del semblante, del movimiento de manos, pies, ojos, y todo su cuerpo, nos dan a entender en un momento lo que los muy bien hablados no podrían con muchas palabras. Y así se aprovechan de ellos muchos señores en el servicio, cerca de sus personas; porque con sola una seña que les hagan, están al punto en lo que se les manda, y juntamente por su camino son más parleros que picazas. Los que sacan misterios de las letras, dicen que la «a», dicha aleph cerca de los hebreos, se interpreta doctrina, camino y bienaventuranza, haciendo de todas tres significaciones un concepto, dicen, Doctrina legis est via ad beatitudinem æternam.

Cerca de los griegos, la «a», dicha alpha, significa «principio», por ser la primera letra de su alfabeto, como la ω omega en el fin, a causa de ser la postrera. Apocalipsis, capítulo último: Ego sum alpha et omega, principium et finis.

Los egipcios formaron su dios Canopo con esta letra «a» en la mano, en señal de su dignidad, como lo refieren muchos autores, y lo pondera fray José de Sigüenza en la vida de San Gerónimo lib. 1 fol. 16. Algunas veces, la letra «a» es voz de la tercera persona del singular del verbo «he, has, ha» castellano, que significa «tener», o «haber»: «yo he», «tú has», «aquel ha». Pero algunos quieren que entonces sea aspirada, y en esto el uso puede mucho. Ejemplo: «Quien no se aventura, no ha ventura». Significa trato de tiempo, como «No ha un año que vine a esta tierra». En nuestra lengua castellana sirve de proposición, que señala el caso dativo, como «A Pedro toca el gobernar», y otras veces al caso acusativo, como «Yo amo a Dios». Responde al adverbio de lugar ad quem, como «Yo voy a Roma», y al verbo infinitivo, como «Voy a comer». Vale por interjección o adverbio con que llamamos, como «Ah, Dios»«Ah, señor Fulano». Los verbos que se forman de nombres toman por principio la letra «a», como de «lanza», «brasa», «pasto», «carro»: «alancear», «abrasar», «apacentar», «acarrear». Repetida tres veces, la «a» declara la impotencia del mudo para poder hablar. Y para mí, que lo soy en lo que pretendo, y querría explicarme, significarán las tres personas Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios verdadero, diciendo con el profeta Jeremías: «A. A. A. Domine Deus, ecce nescio loqui, quia puer ego sum, suplicando a mi Dios, trino en personas y uno en esencia, me ayude con su gracia para poder continuar este trabajo, y acabarle a gloria suya y aprovechamiento de todos, sujetándome a la corrección de la Santa Madre Iglesia Romana, y protestando tener y creer lo que ella tiene y cree. Y juntamente pido con humildad y reconocimiento al pío lector perdone mis faltas, y como próximo me advierta aquello en que yo hubiere errado, cerca de la interpretación y etimología de los vocablos, que por estar la lengua castellana tan mezclada de otras lenguas, no será posible acertar en todo. No embargante, que hasta ahora no sé que ninguno haya emprendido este trabajo llevándole al cabo, como yo pretendo, si Dios me diere su ayuda, salud y vida, para proseguirlo y darle fin. Y continuando mi propósito, digo que esta letra «a» en las notas nuestras significa aprobación, como la «r» reprobación, de las cuales usan en el dar los grados en las universidades, como en los tribunales antiguamente usaron la mesma «a» y de la «c», que valen Absolvo et condemno, y por eso se llamó letra de salud.

La maestra

Cuento

La maestra

Leonardo Gutiérrez Berdejo

La mujer, tumbada en el piso, miraba aterrorizada a la araña colgada del dintel de la puerta. Su cuerpo advertía las huellas de una golpiza. Se llamaba Luzbela, era maestra. Volteó la cabeza y su nariz olfateó el olor a sangre apelmazada en la oscuridad. El policía que la golpeó regresaría. Escucharía rechinar las botas, crujir las tablas de la puerta agujereadas por el comején. Sucumbiría, cuando él hombre entrara a ultrajarla. Diría: “Uno sesenta, tez blanca, pelo castaño, rostro expresivo, muslos acerados, sexo encendido. Así me gustan”

En el pasado, la puerta era de hierro para asegurar a los opositores. Alguien sugirió cambiarla por una de madera porque los presos, para no morir sancochados, ahuecaron el metal con el orín. Un recluso distinguido regaló la de madera y la pintó con colores vivos e irisados –no como las puertas de las otras cárceles sino con los matices alusivos a la libertad y a la droga–. El comején la invadió. Terminó surcada de nervaduras. Dejaron un travesaño de hierro, un poco de aserrín y de polvillo adherido a los hilos de la telaraña colgada al marco de la puerta por donde el torturador entraría y vigilaba la araña.

—Después de terminar los estudios, regresarás a casa —dijo su padre el día que la envío a estudiar a la capital.

Volvió hecha mujer, decidida a defender la pureza del aire y el resto de agua que la Golden Mine dejó después de acabar con los ríos, bosques, y lagos circundantes. Regresó también para averiguar quién había asesinado a su padre y cómo fue que la mina de su propiedad pasó a manos de la autoridad. Nada averiguó. El juez encargado sentenció: “Otro asesinato por faldas” Mentira, su padre solo había tenido ojos para su madre. Dedicada a la enseñanza, preguntó por las emanaciones. Supo del mercurio de la Golden Mine al limpiar el oro. Le dijo a su padre que defendería la vida. Él la regañó:

—¡Es como amarrarte una soga al cuello! A ella no le importó.

¡Son otros tiempos! Acorralada en una celda.  La araña llegaría para inyectarle su ponzoña, el policía para estrujarla, tomarla por la cabellera, lacerar su piel, poseerla con sacudidas salvajes. Recordó su casa, a su madre, a Jacinto, su alumno preferido admirador de Neruda. ¡La casa! Evocó cada lugar, cada objeto, quejándose de las telarañas; el sofá, su alumno declamando poemas de Neruda. Quizá no volvería a verlo. Imaginó un sueño, un escalofrío advirtió la realidad del encierro: Imágenes, colores, sonidos huyeron al galope, cabalgando con alforjas de pesadillas. Formaría a su alumno, pero le mortificaban los chismes por recibirlo en su casa.

—¿Qué dirán los vecinos y los de la escuela al saber del encierro con un alumno?”, preguntaba su madre.

—No será un canto celestial para tus oídos —respondía ella misma. Dirán que eres una puta, violadora de niños, te expulsarán. El alcalde te reemplazará.

Lo tenía encima:

—¡Luzbela, por favor!, mi paciencia tiene un límite. Puedo reemplazarte.

Retenerla en esta celda era obra de él; no cedería.  Su lucha era justa. Ella, Luzbela Sancipe, hija de minero y de maestra, combatiría la corrupción, defendería la vida. La pregunta era el comienzo: ¿Qué de la droga y de la neblina? El hombre olfateó el aire, se derrumbó por el asma como cuando cae un rinoceronte sobre un entarimado de madera. La policía, la golpiza, las esposas, este agujero de soledad y la maldita araña.

No era fácil que la Golden y la droga dejaran de confundir a la gente para evitar el delirio. Agarraba una lámpara para palpar el azul de la ceguera. Pero no podían palpar el aire porque no lo veían ni podían tocarlo. Preferían delirar.  

Jacinto, ¿dónde están las alucinantes metáforas? La lluvia, los dos, su madre en la alcoba, el tictac del reloj, sus manos tropezaron, y, ella acarició su pubertad hasta sumirlo en una atmósfera. Arrimó su cabeza a su pecho, sus manos sobre su falda, palpó los botones, uno saltó y descubrió los muslos. Disculpas. Ella sonrió con una sonrisa con olor a durazno, él siguió hasta cubrirse como en los poemas de Neruda con las arenas blancas de mágicos hechizos, de juncos y sauces de colores, de espejos y lunas de río brotadas de sus cuerpos entumecidos. Juntos, emprenderían un camino de poesía por la defensa de la vida. Lo invitó a su casa para explicarle lo que él no entendía. Fue increíble. Él la esperaba por las tardes a la salida del colegio. Ella refería cómo embriagarse con el amor del aire y del agua; él declamaba poesías, la gente murmuraba. Amparito, la madre de él, lo reprendió:  

—Es vieja para ti —gritó un día.

Luzbela temía las iras del mandatario, podían acabar con los cantos nerudianos. Nunca pensó que Jacinto pudiera gustarle. Era menor pero era joven. Ella, con veinticinco, y aún virgen. Un día, la madre de ella los encontró besándose, le advirtió sobre meterse con un menor. La gente murmuraría.

—Sé bien como terminan esas relaciones —dijo su madre.

Su madre había envejecido.

La Phoneutria nigriventer vigilaba a sus mortíferos hijos. La maestra advirtió la mirada asesina; sentía la ponzoña de la nigriventer. Era más peligrosa cuidando a sus terroríficos retoños. Miró el pelambre, su mirada chocó con la del insecto. El animal paró en seco; avanzó en dirección a ella, llegaría, pronto estaría sobre su piel apretujada de sangre.  Sintió el taconeo amenazante del policía. En segundos, apartaría las tablas y escurriría su cuerpo. Luego, la sacudiría con sus manos de pólvora, la levantaría, la tiraría sobre la camilla; desgarraría su traje; abriría sus piernas, la arrastraría hacía él. La penetraría, escucharía decirle que lo mirara; seguiría, con insolencia lastimaría su orgullo e insultaría su decencia. Mancillaría su honor, caería en un abismo, la hundiría en una oscuridad. El fin.

Deseó escapar, un rayo de esperanza cruzó por su mente. Escuchó a su padre gritarle con voz de ultratumba:

—¡No te detengas Luzbela! La vida es bella.

Pensó que la araña asesina sería su salvadora. Preferiría las picaduras a las manos inmorales. Ella, Luzbela Sancipe, maestra defensora del aire y del agua, deseaba vivir. Portadora de luz, también de tinieblas y martirios, lo decía su nombre, también los entendidos en cosas del Diablo. La mortal bananera, se detuvo súbitamente como si recibiera una orden del más allá. Un rayo de luz salido de las profundidades satánicas pegó contra la red y un ejército de asesinas desfiló detrás de la madre. Buscaban una presa. Luzbela presentía que llegarían a su cuerpo. Moriría, rogó al cielo, llegó el Diablo. Lo vio ultrajante al mover las tablas; atisbó su descomunal cabeza. Evocó a Dios al mirar a la horrenda seguida de su mortífera cohorte, vio a Satanás en el uniformado. Poseída, todos los horrores salieron en desbandada; el maligno la acariciaba para arrojarla al infierno de la lujuria. No moriría torturada, ni violentada. Se aferró a la camilla, cerró las piernas, apretujó los muslos y su vagina. Escuchó al Diablo:

—¡Acércate, Luzbela!

Una sed la invadió al ver al policía. Quizá, era el demonio; lanzó una mirada a la araña y, de repente, de su boca emergió un rayo de luz que chocó contra el insecto. Brillaba como estrella viva, lo vio, convertido en monstruo, lanzarse sobre la nuca del policía. A la madre siguieron las recién nacidas y millones de mortíferas salidas de cavernas infernales; se lanzaban sobre el cuerpo del policía que, desesperado, trataba de ahuyentarlas. No pudo, quedó atenazado, lanzando gritos de socorro. Luzbela, impávida presenciaba la escena. Una luz infernal la iluminaba. El moribundo, en la red acerada y con los ojos a reventar, imploraba:  

—¡Luzbela! ¡Luzbe…!, por favor, pero la mujer irradiaba de encanto, festejaba con una triunfal carcajada. La araña en la red parecía celebrar también.

Concurso de Zenda libros

#Historiasdemujeres, nuevo concurso de Zenda

13 Feb 2023

/ZENDALIBROS.COM

  #Historiasdemujeres

#Historiasdemujeres, nuevo concurso de Zenda

Escribe una historia de mujeres y participa en el nuevo concurso literario de Zenda para celebrar el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo. El jurado de esta edición está formado por por los escritores Juan Eslava Galán, Juan Gómez-Jurado, Espido Freire, Paula Izquierdo y la agente literaria Palmira Márquez.

Este certamen comienza hoy lunes, 13 de febrero, y termina el martes 28 de febrero. El viernes 3 de marzo conoceremos la selección de los 10 relatos que optan a los premios y el miércoles 8 de marzo al ganador y los dos finalistas.

Para concursar en #Historiasdemujeres, dotado con 2.000 euros —1.000 para el ganador y 500 para cada uno de los dos finalistas— y patrocinado por Iberdrola, tienes que rellenar el siguiente formulario con tus datos personales y el relato que has escrito.

Concurso #Historiasdemujeres

Concurso de relatos de #HistoriasdemujeresNombre y apellidos del autor del relato(Obligatorio)Correo electrónico del participante(Obligatorio)Título del relato(Obligatorio)Texto del relato(Obligatorio)

(mínimo 100 caracteres y máximo 1.000 palabras)Autorización(Obligatorio)Acepto el tratamiento de los datos personales para la gestión y promoción del concurso, así como para la entrega de los premiosAviso legal(Obligatorio)Confirmo que he leído y acepto las bases del concurso.

Bases del concurso #Historiasdemujeres, organizado por Zenda e Iberdrola

La entidad Ruritania Editores S.L. (en adelante “Ruritania”), sociedad válidamente constituida y con domicilio social en Alicante (C/ Periodista Tirso Marín, 16, local 2A 03540), con NIF número B87529103 y correo electrónico contacto@zendalibros.com, titular del dominio web https://www.zendalibros.com (en adelante “Zenda”), en colaboración con Iberdrola, S.A. mercantil con CIF A-48010615 y domicilio social en plaza Euskadi 5, 48009 – Bilbao (Bizkaia), han creado esta promoción de carácter gratuito que se desarrollará de acuerdo con lo previsto en las presentes bases.

1. El objetivo de la presente promoción es promover la escritura y ofrecer a los usuarios la posibilidad de ganar un premio en metálico..

2. La promoción se lleva a cabo en internet y pueden participar escritores aficionados y profesionales, así como blogueros y usuarios de redes sociales, de cualquier parte del mundo.

3. Duración de la promoción: Del lunes 13 de febrero de 2023 a las 12:00, al martes 28 de febrero de 2023 a las 23:59. El viernes 3 de marzo de 2023 publicaremos en Zenda una selección con las 10 historias que optan a los premios. El miércoles 8 de marzo de 2023 se difundirán los nombres del ganador del primer premio de 1.000 euros y de los ganadores de los segundos premio de 500 euros.

CÓMO PARTICIPAR

Para poder participar en el concurso será necesario escribir en Internet una historia, real o ficticia, en la que aparezca una mujer. Dicha historia debe ser publicada en el formulario incluido para tal efecto en este artículo. Además, podrán difundir el texto en las redes sociales mediante el hashtag #Historiasdemujeres.

Cada concursante podrá participar con dos historias como mucho, siempre que cumpla con los requisitos establecidos en estas bases.

Las historias deberán ser originales e inéditas, y no deberán vulnerar en ningún modo derechos de propiedad intelectual e industrial, protección de datos o de cualquier otra índole, de terceros.

La extensión mínima de los textos es de 100 caracteres. La máxima es de 1.000 palabras.

De entre los textos publicados en el plazo indicado, un jurado, formado por los escritores Juan Eslava Galán, Juan Gómez-Jurado, Espido Freire, Paula Izquierdo y la agente literaria Palmira Márquez, elegirá un ganador y diez finalistas. El jurado valorará la calidad literaria y la originalidad de los textos.

PREMIO

1. El primer premio está dotado con 1.000 € en metálico. La dotación para los dos ganadores del segundo premio es de 500 € en metálico para cada uno. (2.000 €, en total).

2. Los premios estarán sujetos a lo dispuesto tanto en la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, reguladora del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), como en el Real Decreto 439/2007, de 30 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento del IRPF, de manera que corresponderá a Zenda, como sujeto pasivo que satisface la renta sujeta a retención o ingreso a cuenta, la realización del ingreso a cuenta o la práctica de la retención correspondiente a efectos de dicho impuesto.

3. Una vez escogidos los textos premiados, Zenda se pondrá en contacto con los ganadores a través de sus datos personales, para informarles de que han sido seleccionados como ganadores y se les solicitará que remitan un formulario con los siguientes datos: Nombre, apellidos, DNI o Pasaporte, dirección de correo electrónico, dirección postal y número de cuenta bancaria. En el caso de no poder contactar con alguno de los dos (ganador o finalista) en un plazo de cinco (5) días, el jurado podrá escoger un nuevo texto en ambos casos, y en caso de no contactar con estos segundos en el plazo de cinco (5) días, ese premio quedará desierto.

4. El premio es personal e intransferible. El premio tendrá que ser recogido por el ganador, o la persona que este designe, identificándose con su DNI, Pasaporte o un documento acreditativo que Zenda considere equivalente.

RESTO DE CONDICIONES

1. Zenda se reserva el derecho de excluir de la promoción, y, por consiguiente, de la entrega del premio, a aquel/los participante/s que, a su entender, hubiera/n participado de forma incorrecta o a aquellos participantes que defrauden, alteren o inutilicen el buen funcionamiento y el transcurso normal y reglamentario de la presente promoción, incluso aquellos de los que se evidencie o se sospeche una actuación irregular en el sentido descrito.

El participante será entera y exclusivamente responsable de los contenidos, mensajes y/o comentarios que incorpore o comunique. En ese sentido, el participante se responsabilizará en todo caso de toda reclamación relacionada, directa o indirectamente, con la vulneración de los derechos de imagen, protección de datos, honor, intimidad y cualquier otro derecho propiedad de un tercero que haya podido vulnerar con motivo del texto presentado a la promoción, manteniendo indemne a Zenda e Iberdrola de cualquier responsabilidad que se desprenda de dicha vulneración.